Esta aldea perteneciente a Murillo de Gállego se ubica en la margen izquierda del río homónimo, con el marco incomparable de los mallos de Riglos y junto a un bosque de robles centenarios.

Su caserío se dispone a ambos lados de una calle que baja en pendiente desde la carretera. Mientras, al otro lado de la calzada, se ubica en un altozano la ermita de Santa María o Virgen de Concilio. Fue declarada Monumento Nacional en 1931. Se trata de un edificio de origen románico, como acusa su ábside semicircular cubierto con bóveda de cuarto de esfera. Sin embargo, su interior presenta traza gótica: la nave se cubre con una armadura de madera que apoya sobre arcos apuntados. Junto al templo se sitúa un pajar, conocido como “Pajar de Chorra”, que guarda entre sus muros un arco mozárabe, el único resto de un antiguo monasterio visigótico que se incendió misteriosamente en 1215.

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