Las Gorgas de San Julián se hallan en el contacto entre las Sierras Exteriores y la Cuenca del Ebro. Sus profundas paredes están constituidas de conglomerados que se depositaron por un abanico aluvial de poco desarrollo (estimado en 5 km de ancho y 3 de largo), que transportaba sedimentos hacia el sur a medida que terminaba de ascender la Sierra de Gratal.
Desde el Cerro Caballo a 1400 m, hasta el fondo de las Gorgas de San Julián, hay más de 600m de capas de conglomerado, constituyendo la mayor acumulación registrada al pie del Pirineo aragonés.
Al no estar casi fracturados y por ser menos “masivos”, estos conglomerados no formaron los paisajes de tipo Mallo, pero sí un espectacular encajonamiento profundo del río Venia, dando lugar a una sinuosa garganta con sus gorgas.
Muy cerca del LIG, hay otras dos estructuras geológicas que merecen la pena: el sinclinal colgado de la Peña Mediodía y el Arco de Gratal, dos esculturas naturales hechos de roca caliza.
Mapa de situación. En rojo, límite del LIG
La incisión del Río Venia en los conglomerados de San Julián crea profundas gorgas.
Los estratos forman fajas y abrigos naturales en las paredes de las gorgas.


Bloque diagrama del LIG Gorgas de San Julián, con su corte geológico.
Representación idealizada del abanico aluvial de San Julián hace unos 20 millones de años..