En la vega del río Guatizalema se sitúa esta pequeña localidad de la comarca.
A escasos kilómetros de la capital, el Pueyo de Fañanás desarrolla un sencillo casco urbano donde abundan las construcciones realizadas con adobe, sillarejo y mampuesto, materiales por otra parte muy característicos de la arquitectura de la zona.
Su disposición, sobre un pequeño promontorio, le permite asomarse con comodidad sobre el somontano de la Hoya de Huesca.
Su iglesia parroquial, absorbida por la estructura urbana, es sencilla, y aunque su cronología de origen nos lleva hasta el siglo XVI, ha sufrido remodelaciones en épocas posteriores, sobre todo en el siglo XVIII.
De interés para el viajero será saber que esta población forma parte del Camino de Santiago que, partiendo de tierras catalanas, atraviesa varias localidades de la comarca, tanto del somontano como de las zonas más al norte.
El caserío de Fañanás se dispone escalonadamente hacia la iglesia, dedicada a San Juan Bautista. Se trata de un monumento erigido en el siglo XVI, con un interior delicado y con la curiosidad de contar con un horno de pan justo a la vera de la puerta. Y es que este horno se encuentra en el interior de una cueva artificial horadada en el bancal de piedra sobre la que se asienta la iglesia parroquial. Para acceder a este espacio existen una serie de escalones en descenso, también realizados a pico sobre la roca. Tras su restauración en el año 2002 esta cueva ha servido de pequeño museo del pan, hablándonos de sus tipos y categorías, y dando un especial relieve a la historia del pan en la Hoya de Huesca.
A poco más de 2 kilómetros de la población se puede visitar la ermita de Virgen de Bureta, que aparte de ofrecernos una magnífica vista del llano y de Fañanás, se asienta sobre una zona megalítica.
Además de la iglesia, el horno de pan y la ermita, el pueblo cuenta con un molino de época medieval de gran valor antropológico.
Esta pequeña población, que se extiende a orillas del río Botella, pertenece al municipio de Alcalá del Obispo y cuenta con varios elementos de interés.
Su caserío nos muestra diferentes casonas que son ejemplo de la arquitectura civil del siglo XVIII. Atravesando su trazado urbano se irán descubriendo todas ellas, con sus escudos, portadas y ventanas características.
Centrando el pueblo, su iglesia parroquial, dedicada a la Santa Cruz y construida en el siglo XVI.
Algo más alejado del pueblo encontraremos su pozo-fuente, ejemplo de arquitectura hidráulica muy característico de esta zona de la comarca. De probable origen árabe, ha sido datado entre los siglos XII al XIV.
Información relevante para el viajero curioso será saber que esta pequeña localidad forma parte del Camino de Santiago que cruza la comarca proveniente de tierras catalanas.
Desde la distancia asoma la colina “del Castillo”, donde un pinar oculta casi la totalidad de su monumental iglesia parroquial dedicada a San Miguel, de los siglos XVII al XVIII. El nombre que recibe este enclave nos hacer pensar en la probable ubicación de una antigua fortaleza, pero no se han encontrado restos que lo atestigüen.
En la ladera de este promontorio se asienta este pequeño pueblo de la comarca, que además forma parte de la ruta catalana del Camino de Santiago (desde Montserrat a San Juan de la Peña).
Alcalá del Obispo celebra varias fiestas a lo largo del año. En primer lugar en honor a Santa Waldeska, el último fin de semana del mes de mayo, y también con motivo de su patrón, San Miguel, el 29 de septiembre.