Destacándose en la distancia sobre una colina, Igriés nos ofrece la posibilidad de contemplar los contrastes de la comarca desde la cima de su posición, junto a la ermita románica de San Juan (siglo XII).
A nuestra llegada nos saluda su iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de la Esperanza. Se trata de un templo reconstruido tras la destrucción del original a causa de la guerra civil. El edificio actual data de 1950.
Merece bien la pena un paseo por su sencillo callejero y la subida hasta la ermita de San Juan, un templo donde se conservan pinturas murales inéditas y una necrópolis medieval. Actualmente la ermita hace funciones de capilla del cementerio.
Igriés celebra sus fiestas el 20 de enero en honor a San Fabián y San Sebastián. El 11 de mayo se realiza la romería hasta la ermita de la Virgen del Olivar y el 24 de junio se celebra San Juan.
Casi a las puertas de la ciudad de Huesca se sitúa Yéqueda.
En su callejero destacan algunas casonas históricas, como “casa Calvo” datada en 1781, engalanada con bello escudo de armas, y la iglesia parroquial de San Martín, de origen románico, pero remodelada en el siglo XVIII. Durante mucho tiempo la torre estuvo virtualmente partida pero se restauró para ofrecer un mejor aspecto del conjunto. En el interior del templo se conservan valiosas piezas de orfebrería fechadas entre los siglos XVI y XVIII.
Los alrededores de Yéqueda también están plenos de interés. Por un lado, porque muy cerca podremos visitar los restos de la villa romana de “Manjarrés” y el despoblado celta de Puiyéqueda.
Las fiestas de la localidad se celebran el 11 de noviembre, por San Martín, y además Yéqueda forma parte de los siete lugares que conforman el voto Laurentino a Loreto.