Situada en la Sierra de Marcuello, la localidad de Linás consta de un reducido caserío adaptado a las irregularidades del terreno a través de un escalonamiento de las casas que se agrupan a uno y otro lado de la calle principal que se alza hasta el comienzo del ascenso a la ermita de Nuestra Señora de Marcuello.
Algunos relacionan su topónimo, Linás, con el ancestral cultivo del lino en la zona.
La iglesia parroquial está dedicada a Santa Ana. Se trata de una construcción sencilla, de sillarejo, excepto en sus esquinas, donde se incluye el sillar.
Entre sus principales atractivos se encuentra el Museo de la Escuela Rural, ubicado en la antigua escuela del pueblo, y que abre sus puertas cada verano a los visitantes.
Situada a los pies de la Peña del Sol, Santa Engracia se estructura de forma sencilla en torno a una sola calle principal en la que podemos comprobar la sencillez de su caserío.
Se encuentra a medio camino entre Ayerbe y Loarre, y en ella podemos encontrar una cruz de término de carácter popular.
La localidad celebra sus fiestas el 13 de Diciembre en honor a Santa Lucía.
En un terreno cada vez más empinado y agreste se sitúa Sarsamarcuello.
Su callejero se adapta a las irregularidades del terreno, igual que su parroquial, en la que encontramos algunas zonas de su perímetro difícilmente franqueables. La iglesia está dedicada a San Nicolás de Bari y data del siglo XVIII.
Entre sus casonas del siglo XVI al XVIII destaca “Casa Abadía”, en la que puede distinguirse un doble vano geminado, hoy cegado.
A escasos kilómetros de la población podremos acceder por una pista en buenas condiciones hasta el espectacular mirador de los buitres, un espacio accesible donde poder dedicarse a la observación de aves, pero también deleitarse con un paisaje envolvente presidido por los mallos de Riglos, Peñarrueba y Agüero.
Antes de llegar al mirador pasaremos por el paredón del desaparecido castillo de Marcuello, que formaba parte de esa primigenia línea defensiva ideada por Sancho III el Mayor en el siglo XI, soberano del reino de Pamplona, y que formaba grupo geográfico con los de Murillo, Agüero, Ayerbe y Loarre.
Alrededor del castillo de Marcuello se encuentran también la ermita de San Miguel, de la que sólo se conserva su cabecera del tradicional tipo románico del siglo XI, y la ermita de Nuestra Señora de Marcuello, un templo que agrupa adiciones de diferentes épocas y estilos.
Sarsamarcuello es además parada obligatoria del Camino de Santiago en la Hoya de Huesca.
Celebra sus fiestas el 21 de enero con las hogueras de San Sebastián. El 21 de mayo se realiza la romería en honor de la Virgen de Marcuello y más adelante, en agosto, tienen lugar las fiestas mayores con motivo de la Ascensión de la Virgen. Y por último, las fiestas menores, en honor a San Nicolás de Bari, el 6 de Diciembre.
Con los títulos de Noble y Antiquísima villa, Loarre se despliega bajo la sierra del mismo nombre y a los pies de su castillo, la fortaleza románica (siglos XI-XII) mejor conservada de Europa.
El origen de la actual población, de hecho, se encuentra fuertemente asociada al castillo y su aldea, llamada San Esteban de la Huerta. Sin embargo, unido a la decadencia del Castillo-monasterio entre los siglos XV y XVI, el poblado inicia su traslado a un lugar más llano y accesible, la actual ubicación, construyéndose su parroquial, dedicada a San Esteban en recuerdo de su antigua denominación.
La iglesia de San Esteban (siglos XVI-XVIII) destaca sobremanera su volumen dentro del caserío lobarrés, llamando poderosamente la atención su monumental torre-campanario, un buen ejemplo de sillería, con base cuadrada y tres cuerpos rematados por un espléndido chapitel octogonal y pináculos de tradición gótica. La ornamentación floral sigue el mismo estilo y completa este monumental edificio artístico.
Desde la villa de Loarre podemos iniciar o continuar algunas interesantes rutas senderistas (GR 1), visitar enclaves de gran valor natural o patrimonial, y disfrutar de un paisaje magnífico en los inicios de la primavera, ya que el almendro en flor es un reclamo original que enriquece la zona en todos los aspectos.
En los alrededores de la población y del castillo podrá visitarse también el paraje de Fuenfría (cuyo refugio conserva un crismón trinitario), el Puzo y el entorno de la ermita de Santa Marina.
Loarre celebra sus fiestas el 15 de mayo por San Isidro, mes en el que también se lleva a cabo la romería hasta la ermita de Santa Marina. Y finalmente, las fiestas de San Demetrio, el 8 de octubre.