Déjà vu habla de la distancia entre una persona y sus sueños, de lo que es y lo que querría ser. Sueños muy ambiciosos que despiertan sus aires de grandeza, pero imposibles, abocándolo al desánimo. Un espectáculo visual, sin texto, donde se difuminan las fronteras entre realidad y fantasía a partir de una historia con un punto de melancolía. Una realidad confusa en un espacio y momento indeterminados, con un espacio escénico que juega con la desproporción extrema de los elementos. El universo sonoro a través de la voz y el violín enfatizan la dualidad del personaje, a veces repetitivos, vivos y alegres, como la propia existencia, transportándote a un universo onírico. Un espectáculo visual, sugerente y arriesgado, sin texto. Con música en directo y con soporte de grabada.

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