¡¡Sí!! ¡¡Por fín!! Parecía que el otoño estaba empezando a transmutarse en “veroño”, pero no, el naranja ya está aquí, combinando con los verdes apagados y el amarillo tintado. La belleza de los cambios estacionales es impagable, y aquí, no tiene precio.
¿Te apetece gozar de una mañana despejada donde el color sea el protagonista? ¿Te imaginas una cumbre desde la que contemplar los contrastes de un otoño luminoso y colorista? Entonces estás en el sitio y en el momento adecuado. Los caminos de la Hoya de Huesca son infinitos para recorrer los cambios de estación, las fases de la caída de las hojas y su transformación en manto de bienvenida a una época de reposo, de escalonado letargo, de necesario descanso de los bullicios del verano.
Todavía es pronto para ver todos nuestros paisajes envueltos en un cálido manto anaranjado, pero ya se empiezan a intuir los pasos de esa época que todo lo transforma. Porque el otoño es una primavera que se olvidó de algunos colores, que apreció sólo una parte de la paleta de un artista envejecido, y que reorganizó un arcoíris perezoso.
Pero nosotros, no seamos perezosos. Os invitamos a que nos acompañéis también este mes por las diferentes zonas que componen nuestra comarca. Es muy fácil: nosotros proponemos, y vosotros decidís. ¿Hacemos el trato?
Y como ocurre siempre, el tiempo nos ha ganado la batalla: ¡agosto ya está aquí! Iniciamos la recta final del verano sin dejar nuestro ánimo decaer, porque se acercan las grandes fechas. ¿Las conoces?
¿Sientes el pleno verano? La sangre fluye con ritmo lento pero seguro, porque se sabe protagonista de grandes emociones que sólo ocurren en la época estival, donde la magia comienza a descubrirse irrefrenable en cada rincón del territorio. Porque la Hoya de Huesca, céntrica comarca del Alto Aragón, no olvida sus historias, sus leyendas y su imagen sorprendente de tierra fraguada en el contraste.