Seguramente muchos de vosotros estábais deseando que se fuera acercando la época estival. En la Hoya de Huesca significa disfrutar de los numerosos monumentos que por estas fechas nos abren sus puertas. ¡El programa de Puertas Abiertas ya está aquí!
El auge de la primavera llega con el mes de mayo, y aunque como muy bien dice el refrán, "el sayo nos dure hasta el cuarenta", no es algo que nos vaya a impedir disfrutar de todas las posibilidades que nos ofrece la comarca en este momento de esplendor, ¿verdad?
Comencemos. Porque es mucho lo que tenemos pendiente por descubrir. A cada paso que damos la Hoya de Huesca nos va desvelando un secreto más de los que nos tiene guardados. Su posición estratégica, en una zona de transición de la montaña al llano, nos aporta una gran variedad de actividades y una gran riqueza medioambiental y etnográfica.
Cuando hablamos del Reino de los Mallos siempre aparecen en nuestra memoria los icónicos paisajes de Riglos, Murillo de Gállego y Agüero. Pero déjanos en esta ocasión ampliar la mirada y, sin dejar a un lado estos imprescindibles destinos de la Hoya de Huesca, acercarte hasta otros parajes menos conocidos pero llenos de arte, cultura y paisajes inolvidables.
Comencemos así por esos entornos tan reconocibles a nivel internacional. En primer lugar, Riglos. Sus imponentes mallos nos acompañan en un viaje paralelo al río Gállego. Tanto si vienes desde el norte como desde el sur, el perfil de su espigada figura no deja indiferente a nadie.
¡Buenos días!
Ya huele a primavera, ¿verdad? Nos lo dice todo este entorno que empieza a despertar tras el letargo invernal que ya parece alejarse.
Son sin lugar a duda los almendros quienes nos regalan algunas de las más bellas instantáneas, sin olvidarnos de que entre sus ramas encontramos decorados algunos de nuestros más idílicos y emblemáticos paisajes. Hoy, como propuesta de naturaleza, elegimos el Salto de Roldán: un espacio natural destacado dentro de la Comarca de la Hoya de Huesca.