Con la ilusión que generan las primeras nieves de la temporada empezamos el mes más mágico del año, aunque también ¡el más corto! Y es que entre tanta fiesta y entretenimiento, tan pronto como diciembre asoma su perfil lo perdemos en el horizonte, dejando atrás un año más y recibiendo el año nuevo entre desconcierto y perplejidad.
Eso sí, perplejos nos vamos a quedar con la belleza de la Sierra de Guara cubierta con un manto blanco, o viendo cómo las nubes enredadas se convierten en niebla, dejando la posibilidad al visitante curioso de sorprenderse con sus efectos: los remolinos de un mar de nubes que parecen dominarse desde las zonas elevadas de la comarca de la Hoya de Huesca, o los curiosos dorondones, que parecen reflejar, como pocas cosas, la magia y la belleza que puede ofrecernos la naturaleza en estas fechas.
Desde luego, si no habéis probado a subir hasta el Salto de Roldán, a la peña del Sol, Riglos o el pico del Águila (por sugeriros algunos destinos) durante un día de niebla, os lo recomendamos para vuestra próxima salida. Sentir cómo poco a poco se van dejando atrás la oscuridad y el frío que se han apoderado del llano, para cruzar líneas de nubes como si de un avión se tratase, hasta llegar a un punto en el que el sol vuelve a ser el protagonista y la niebla una gran anfitriona, nos demuestra que casi podemos caminar con la imaginación y surcar paisajes sobre nubes de algodón. La boira como un cuento, la magia del invierno…
Y hablando del invierno: ya queda poco para el solsticio. En apenas 15 días se inicia de nuevo un tiempo de renovación. El sol se encuentra en lo más alto de la bóveda celeste y sus efectos en la corteza terrestre ya empiezan a notarse. Y es que la Navidad es la celebración cristiana que nos recuerda este momento de novedad con la conmemoración del nacimiento de Jesús. En la comarca de la Hoya de Huesca podemos observar diferentes monumentos que nos muestran diversas escenas relacionadas con la Navidad. El claustro de San Pedro el Viejo es referencia indispensable donde reconocer cada escena de la vida de Cristo, desde la Anunciación hasta la muerte y resurrección del Señor, pero también en Agüero tenemos una Epifanía, y quizá más desconocidas, la Anunciación y la Visitación de la Sala de Doña Petronila en el Museo Provincial.
Otras tradiciones nos hablan de la tierra, y nos ligan a costumbres ancestrales, como aquella que se trataba de bendecir troncas, es decir, troncos huecos que al ser golpeados comenzaban a echar caramelos para deleite de los más pequeños. Parece ser que estos troncos se ponían a arder hasta el día de Reyes con un objetivo protector, tanto para la casa como para los moradores.
Traspasar la frontera de la Navidad nos lleva directamente al camino que realizan los Reyes Magos. El día 5 de Enero se vive con expectación, sin hacer distinción entre el público. Grandes y mayores disfrutan de la emoción que significa ver asomarse por el balcón del Círculo Oscense a Melchor, Gaspar y Baltasar antes de la gran carrera mundial que les llevará a los hogares de miles de niños.
Estos son momentos apropiados para aderezar con los postres y elaboraciones típicas de la temporada. Estamos hablando de los deliciosos empanadicos. Hechos de calabaza, producto estrella de la época invernal, algunos se aderezan con canela, otros se combinan con otras frutas o dulces, como piñones o pasas, pero todos ellos se comparten en familia y se realizan en diversos puntos de la zona: Igriés, Loporzano, Huesca, Siétamo… ¿Ya los has probado?
Asimismo, las agendas del Palacio de Congresos y del teatro Olimpia están llenas de actividades lúdicas para todos los públicos en estas fechas especiales que se avecinan: conciertos, teatro, humor, ballet…
Entre tanto concierto y desconcierto, y antes de desearos todo lo mejor ante el nuevo año que se precipita ante nuestros ojos, queremos también despedirnos de estos doce meses de escritura; meses en los que nos hemos centrado en compartir pequeños placeres naturales que nos rodean. Esperando que os hayan convencido algunas de nuestras tentadoras proposiciones, deseamos que al terminar vuestra lectura sólo queráis recordar con una gran sonrisa las aventuras disfrutadas.
¡Feliz Navidad y próspero año nuevo 2018!
¡Hasta pronto!