Situado en la vega del río Sotón, en los denominados Llanos de la Violada, Ortilla es un pequeño núcleo cercano al embalse de La Sotonera, que hoy comparte municipalidad con la población de Lupiñén.
Históricamente ambas localidades pertenecieron a La Soberana Orden de San Juan de Jerusalén.
El trazado de su casco urbano se articula en torno a dos calles que poseen viviendas de los siglos XVI al XVII, destacando entre ellas la casa del General Perena.
Centrando la población y destacándose entre las históricas casonas de sillarejo, la iglesia parroquial de San Gil Abad. Se trata de un templo de origen románico que fue recrecido posteriormente, entre los siglos XVI y XVII, para acomodarlo a los nuevos gustos y necesidades de la población.
Como en otras poblaciones de la zona, Ortilla presenta bodegas excavadas en la zona oeste de la ladera.
En los alrededores encontramos algunos interesantes elementos patrimoniales; por un lado, la ermita de Nuestra Señora de la Garganta, de popular factura, que conserva en su interior un bello retablo de la Inmaculada; y por otro, los restos de una villa romana en las proximidades de la finca “La Mezquita”.
Ortilla celebra sus fiestas el 1 de septiembre, por San Gil.