El marco natural de esta pequeña localidad de la comarca le aporta un sello singular. Y es que poder observar el Salto de Roldán en todo su esplendor desde allí, hace de su ubicación algo incomparable.

El núcleo urbano se San Julián tiene la particularidad de asentarse entre las dos laderas de un barranco, dividiéndolo así en dos pequeños barrios denominados de Yuso y Suso.

La iglesia parroquial destaca dentro del caserío popular y data del siglo XVIII, aunque cuenta con algunos muros y otros restos de época románica.

San Julián parroquial

Entre las paredes del barranco que divide la población brotan unos manantiales, cuyas aguas son utilizadas para el abastecimiento de la ciudad de Huesca.

Una de las joyas del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara es el acceso hasta el barranco de San Martín de la Val d’Onsera; espectacular entorno en cuyas agrestes paredes se encuentra la ermita rupestre del mismo nombre y que bien merece un paseo, ya que la localización y las vistas son espectaculares.

San Julián de Banzo celebra sus fiestas mayores en honor a los Reyes, el 6 de enero, y sus fiestas menores en Pentecostés; asimismo la población se une a las más importantes romerías de la zona: la de la Virgen del Viñedo, y la de San Martín de la Val d’Onsera.