En un enclave sobrecogedor, rodeado de los paisajes envolventes de la Sierra, y bajo el abrigo de Guara, Santa Cilia de Panzano nos recibe presta, dominante del espacio.
Su callejero es escueto y sencillo, pero lleno de encanto. Una vez dentro del pueblo nos topamos con su iglesia parroquial, dedicada a Santa Cecilia y Bárbara, y cuya torre ha sido restaurada y reconvertida en centro de interpretación. Se trata la conocida como “Casa de los Buitres”, un espacio interpretativo e interactivo donde mayores y pequeños podrán descubrir la fauna de la zona, con especial hincapié en las aves. Y es que Santa Cilia de Panzano posee una ubicación privilegiada para el estudio y observación de las aves, especialmente las rapaces, de ahí que se haya dispuesto un mirador accesible donde disfrutar de su vuelo e informarse un poco más de la vida y costumbres de estos animales.
En las inmediaciones de la población, pero de intrincado y difícil acceso, se encuentra la ermita de la Vigen de Arraro, un pequeño templo románico, actualmente en ruinas, que delata la ubicación de un antiguo poblado sobre los peñascos donde se dispone.
Desde Santa Cilia, tomando el camino que discurre sólido y señalizado al final de la población, podremos ascender hasta el Tozal de Guara desde su cara Sur.
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