A escasos kilómetros de Huesca, dispuesta en el declive occidental de un cerro, Castilsabás tiene como origen un poblado íbero-romano.
Su iglesia parroquial, centrando el caserío, está dedicada a San Antonio Abad.
En los alrededores de la población destaca la ermita de la Virgen del Viñedo, de gran devoción para Castilsabás y algunas localidades de la redolada, realizándose la romería hasta el templo el día 1 de mayo. No muy lejos de la ermita se conserva el molino, de gran importancia etnológica.
La localidad celebra sus fiestas el 17 de enero por San Antón.