En la falda de una pequeña elevación sobre el río Guatizalema se dispone la pequeña localidad de Salillas.
A la entrada de la población nos encontraremos con su pozo de nieve, construcciones características de la zona del llano para conservar el hielo necesario para las épocas de estío; unas veces son cavidades excavadas en rocas o elevaciones del terreno, otras son estructuras exentas cubiertas con grandes bloques de piedra colocadas a hueso que cubren un espacio excavado en el firme. En Salillas la estructura sigue el primer caso y podría ser de origen morisco del siglo XV. Llama la atención en su interior la peculiar bóveda sustentada por arcos entrecruzados.
El templo parroquial está dedicado a Santa Ana y es de estilo gótico.
En uno de los lados de la plaza central del pueblo se ubica el palacio de los Marqueses de Montemuzo, con deliciosa facha renacentista en la que campea el escudo de los Pomar (siglo XVI). El edificio se asienta sobre un antiguo castillo del que todavía se conserva un torreón.
Las fiestas de la localidad se celebran el 26 de julio por Santa Ana; las fiesta menores son en honor a San Felipe Neri, el 26 de mayo; también se hacen hogueras para San Blas, San Fabián y San Sebastián.