Villa de la Hoya de Huesca que se emplaza a orillas del río Guatizalema, sobre una suave colina que le permite dominar de una mirada toda la tierra fértil que se despliega a su alrededor.

El topónimo de la población se debe al “Septiumum Milliarium” de la vía romana entre Ilerda y Osca.

Su trazado urbano es sencillo y se adapta al ascenso paulatino del terreno. Poco a poco iremos encontrando casales y edificios característicos de la arquitectura altoaragonesa. Podemos empezar desde el restaurado lavadero y ascender tranquilamente hasta la zona central de la población, donde su plaza da asiento al ayuntamiento y la iglesia parroquial. Este último es un edificio de estilo gótico que se levantó en el siglo XVI en honor de San Vicente Diácono Mártir. Su maestro de obras fue Martín de Zabala.

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Nos encontramos en la cuna de Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea, X Conde de Aranda, un destacado militar, diplomático e industrial que estuvo al servicio de la Corona en el esplendor del siglo de la Ilustración, el XVIII, durante los reinados de cuatro reyes: Felipe V, Fernando VI, Carlos III y Carlos IV. Al sur de la plaza de la villa se encuentran los restos del castillo-palacio que lo vio nacer.

En los alrededores podremos visitar unas trincheras, en ruta señalada, que son testigo de la dureza del frente aragonés durante la Guerra Civil. En ellas estuvo presente el reconocido escritor británico George Orwell.

Siétamo celebra sus fiestas el 27 de abril y el 18 de diciembre.