Majestuosos se alzan estos monolitos de piedra junto al casco urbano de Agüero, que hacen de la localidad su sello de identidad.

Estos mallos están formados por conglomerados, cuyo origen está en la acumulación de partículas sólidas procedentes de la destrucción de los relieves pirenaicos, depositada al pie de la montaña por el río Gállego, formando un gran cono de deyección. El aspecto actual de los Mallos se debe a la erosión. Su forma y altura los convierten en lugar idóneo para la práctica de la escalada y otros deportes, además de para la observación de colonias de rapaces, que anidan en este medio.

Entre las formaciones, el monolito de Peña Sola, creado por fractura de una gran masa, sobrepasa los 200 metros en su vertiente oeste. Para la escalada existen varias vías por Peña Sola. No son mallos muy elevados, sin embargo están poco masificados para este deporte.

  • 1. Mallos De Agüero
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