Espectaculares a la vista e inmejorables para la práctica de la escalada son estas grandes paredes verticales o redondeadas formadas por rocas o conglomerados, que aquí se denominan “mallos” y que son característicos de la Hoya de Huesca.
Algunos, tal y como habrás visto en atractivas imágenes, presentan colores rojizos debido a los materiales ferruginosos que contienen, que se acentúan al atardecer.
Una visita a los Mallos de Riglos, Vadiello y Agüero, así como al Salto de Roldán te permitirá observar aves rapaces, disfrutar de la naturaleza en perfecto estado de conservación, practicar escalada y relajar la vista con un espectáculo único.
Folletos descargables: