En los límites de la Hoya de Huesca con los Monegros, nos encontramos con la pequeña localidad de Vicién.
Su disposición, en una ligera inclinación del terreno, generó un entramado sencillo que se basa en una única calle que vertebra todo el callejero hasta el espacio de la plaza en el que se encuentra la iglesia parroquial. El templo está dedicado a San Miguel y es obra del siglo XVIII, aunque su torre data del siglo XIX.
En los alrededores encontraremos la ermita de San Gregorio, y también, un asentamiento ibérico situado en la falta meridional de la localidad.
Como suele ser habitual en estas zonas del llano, Vicién posee pozo de hielo.
A través de un camino bien señalado el visitante podrá descubrir un lugar que conserva trincheras de la Guerra Civil, huellas del episodio más negro de nuestra historia.
Vicién celebra sus fiestas el 9 de mayo por San Gregorio, y el 29 de septiembre por San Miguel.