Ubicado en una hondonada del somontano oscense, Torres de Montes distribuye su caserío alrededor de la iglesia de los Santos Reyes.

Encontrará el visitante el Acueducto de Aísa, obra de ingeniería hidráulica compuesta de una parte por una balsa que recoge las aguas pluviales, y por otro lado por un acueducto o canalización que discurre paralelo al camino, a una altura de dos metros cincuenta, hasta llegar a unas fincas.

Otro elemento de interés, las “eras”, es decir, espacios delimitados por muraciones de piedra seca, cuyo suelo es de roca viva en muchas de ellas, mientras que en otras es tierra apelmazada. Cada una de ellas es propiedad de distintas casas de agricultores de la población. Desde siglos pasados, su uso se destinó a la “trilla” de la “garba” y su posterior “ablentado” para limpiar de impurezas el grano por medio del aire.

Torres

Coronando el monte que domina la población, la ermita de Santa Ana, donde, a juzgar por los restos arqueológicos encontrados en los alrededores, hubo de der habitada desde la Edad Media.

También de interés en la población: el abrevadero, el “Cubo-Lagar”, y la fuente “O Lugar”.

Si nos centramos en el patrimonio natural, en el río Alcanadre, en dirección a Barbastro, encontrará buenas zonas de baño, así como elementos naturales de gran valor antropológico: la formación de arenisca denominada “agujero Mazú”, piedra fecundante a la que se atribuyen antiguos ritos paganos de fertilidad.

Las fiestas de Torres de Montes son varias. El 24 de octubre se celebra San Rafael, y el fin de semana previo a Semana Santa, la fiesta de “O viejo Remolón”.