El caserío de Fañanás se dispone escalonadamente hacia la iglesia, dedicada a San Juan Bautista. Se trata de un monumento erigido en el siglo XVI, con un interior delicado y con la curiosidad de contar con un horno de pan justo a la vera de la puerta. Y es que este horno se encuentra en el interior de una cueva artificial horadada en el bancal de piedra sobre la que se asienta la iglesia parroquial. Para acceder a este espacio existen una serie de escalones en descenso, también realizados a pico sobre la roca. Tras su restauración en el año 2002 esta cueva ha servido de pequeño museo del pan, hablándonos de sus tipos y categorías, y dando un especial relieve a la historia del pan en la Hoya de Huesca.
A poco más de 2 kilómetros de la población se puede visitar la ermita de Virgen de Bureta, que aparte de ofrecernos una magnífica vista del llano y de Fañanás, se asienta sobre una zona megalítica.
Además de la iglesia, el horno de pan y la ermita, el pueblo cuenta con un molino de época medieval de gran valor antropológico.