En la zona suroriental de la comarca, en el camino hacia las zonas más esteparias del territorio, nos encontramos con Novales.
El casco urbano se asienta abigarrado en lo alto de una elevación sobre el río Guatizalema, abriéndose el caserío hacia la cumbre, donde nos encontramos con la iglesia parroquial y el castillo.
La iglesia está dedicada a Nuestra Señora del Rosario. Data de finales del siglo XII. Su única nave, rectangular, fue prolongada en el siglo XV en su tramo occidental, mientras que al este se concluye canónicamente con ábside semicircular cubierto por bóveda de cuarto de cuarto de esfera, siendo la bóveda de cañón la cubrición para el resto del espacio. En las obras de restauración se descubrió la cripta y se dejó a la vista la interesante estructura y decoración de su portada.
Junto a la iglesia, el castillo, que aunque se trata en origen de un conjunto religioso-militar del siglo XII, un binomio muy habitual en el Alto Aragón de la época, fue profundamente reformado en el siglo XV y momentos posteriores, dando lugar a un potente edificio en el que pueden distinguirse hasta tres fases constructivas.
Sobre el río Guatizalema se levanta un sencillo puente medieval y en los alrededores podremos visitar la ermita de San Joaquín del siglo XIX, así como importantes yacimientos arqueológicos en la partida denominada “Nido de los Cuervos”, pertenecientes a la Edad del Hierro.
Novales celebra sus fiestas el primer fin de semana de octubre por la Virgen del Rosario.