A orillas del río Alcanadre, sobre un espectacular desfiladero, se ubica la imponente y monumental localidad de Pertusa.
Situada junto a la antigua vía que unía Osca e Ilerda, al llegar nos recibe a través de un puente sobre la corriente del río, indicándonos su importancia antaño como punto de conexión entre diferentes tierras de frontera y como paso ineludible del Camino de Santiago en su correspondencia con el camino catalán.
Destacando sobremanera ante el visitante, la espléndida torre renacentista de Juan de Herrera. Construida en 1575, se halla exenta del resto del conjunto religioso de la localidad.
Junto a ella, la iglesia parroquial de Santa María, Monumento Histórico Artístico, que aunque de origen románico, la mayor parte de los volúmenes que vemos hoy se corresponden con épocas posteriores (Siglos XVI al XVIII). Merece especial atención su cripta románica, y algunos elementos decorativos en el exterior e interior de la misma época.
Pertusa celebra sus fiestas el 15 de agosto en honor a Nuestra Señora de la Asunción.
En la zona suroriental de la comarca, en el camino hacia las zonas más esteparias del territorio, nos encontramos con Novales.
El casco urbano se asienta abigarrado en lo alto de una elevación sobre el río Guatizalema, abriéndose el caserío hacia la cumbre, donde nos encontramos con la iglesia parroquial y el castillo.
La iglesia está dedicada a Nuestra Señora del Rosario. Data de finales del siglo XII. Su única nave, rectangular, fue prolongada en el siglo XV en su tramo occidental, mientras que al este se concluye canónicamente con ábside semicircular cubierto por bóveda de cuarto de cuarto de esfera, siendo la bóveda de cañón la cubrición para el resto del espacio. En las obras de restauración se descubrió la cripta y se dejó a la vista la interesante estructura y decoración de su portada.
Junto a la iglesia, el castillo, que aunque se trata en origen de un conjunto religioso-militar del siglo XII, un binomio muy habitual en el Alto Aragón de la época, fue profundamente reformado en el siglo XV y momentos posteriores, dando lugar a un potente edificio en el que pueden distinguirse hasta tres fases constructivas.
Sobre el río Guatizalema se levanta un sencillo puente medieval y en los alrededores podremos visitar la ermita de San Joaquín del siglo XIX, así como importantes yacimientos arqueológicos en la partida denominada “Nido de los Cuervos”, pertenecientes a la Edad del Hierro.
Novales celebra sus fiestas el primer fin de semana de octubre por la Virgen del Rosario.
En la zona más meridional de la Hoya de Huesca, ubicada en la falda de la sierra homónima, encontramos la pequeña localidad de Tramaced.
El caserío de la localidad centra su organización alrededor de la iglesia parroquial dedicada a San Miguel, una obra del gótico aragonés del siglo XVI.
Dentro del casco urbano el visitante se encontrará con los posibles restos de un castillo. Estas tierras de frontera mantienen huellas defensivas allá por donde se vaya.
En los alrededores encontrará la ermita de la Virgen del Puyal, que posee una necrópolis de tumbas excavadas en la piedra arenisca, tan característica de la zona.
Su patrimonio natural combina lo ritual y ornitológico. Por un lado, por la existencia de una piedra fecundante, esas curiosas formaciones asociadas a la fertilidad femenina; se trata de “Peña Lucía. Y por otro lado, los escarpes esteparios que hacen de ella una zona de especial protección para las aves (ZEPA), junto con la localidad de Piracés.
Tramaced celebra sus fiestas el 10 de febrero por Nuestra Señora del Puyal, y el 8 de septiembre por la Natividad de Nuestra Señora.
A escasos kilómetros de Huesca, la coqueta localidad de Chimillas se despliega ante nosotros tranquila y agradable.
Su caserío se presenta irregular, ordenándose entre la iglesia y la plaza. En él destacan algunos caserones, como casa Carolina, de 1778, con escudo de armas de los Estaún-Panzano, o casa García, con escudo de armas de los Cebrián.
Su parroquial, dedicada a San Jorge, es un templo construido en el siglo XVII, de una sola nave cubierta con bóveda de lunetos, mientras las capillas laterales se cubren con bóveda de cañón.
Chimillas perteneció a la Inclita y Soberana Orden de San Juan de Jerusalen.
Se suponen sus orígenes en la época del dominio musulmán de la Hoya de Huesca, ya que su topónimo significa 'las mezquitas'.
Asimismo, Chimillas forma parte de los llamados 'Siete Lugares' que desde tiempo inmemorial tienen comprometido el Voto al santuario de Loreto.
Celebra sus fiestas el 23 de Abril, con motivo del patrón aragonés, San Jorge, así como el primer domingo de octubre en honor a la Virgen del Rosario.
Para los amantes senderistas Chimillas es perfecta como parte de un recorrido más amplio que incluye la población de Banastás y la alberca de Cortés, morada de numerosas aves limícolas y acuáticas.