Impresionante templo románico que, aun inacabado, fue declarado Monumento Nacional. Cuenta con tres naves y cabecera con triple ábside. Es magnífica su portada, en la que se observa el relieve de la Epifanía en el tímpano.
En el interior la decoración de los capiteles es figurativa y abstracta, de gran valor. Los trabajos escultóricos del templo se relacionan con los maestros de los claustros de San Juan de la Peña y San Pedro del Viejo. El gran número de marcas de cantero diferentes que se aprecia en los sillares hace pensar en el volumen de operarios implicados en esta obra de gran envergadura, que por diferentes motivos no pudo ser concluida.
Situada en el extrarradio de la localidad se accede a ella por un camino, transitable también para vehículos.
Bolea, situada sobre un promontorio que irrumpe en el paisaje y domina el llano, luce en su punto más elevado la Colegiata de Santa María. Apiñadas a su alrededor una vista sosegada de las casas que se multiplican por la vertiente de la ladera posterior mirando al pico de Gratal, Bolea deja entrever en un paseo por sus calles su rica historia. Fue posesión romana, denominada entonces, 'Calagurris Fibularia' y posesión musulmana, llamada la 'Buluya' hasta que el rey Pedro I en el año de 1101 la incorpora al reino cristiano de Aragón.
La colegiata se construyó por Pedro de Irazábal entre 1541 y 1559. El edificio actual fue construido sobre el antiguo templo románico del siglo XII, del que se conserva la cripta bajo el presbiterio, el muro de cabecera y la torre campanario. Posee tres naves separadas por un variado repertorio de pilares fasciculados de capillas del siglo XII provenientes de un antiguo castillo fortaleza árabe, resultando todo el templo de la misma altura y dando un efecto luminoso y diáfano que sorprende gratamente.
Pero la joya más valiosa de este templo es el retablo del altar mayor. Una obra maestra que combina escultura y pintura del XVI (1490 y 1503), en gótico mudéjar, perteneciendo al anterior templo. Se compone de 20 tablas pintadas al temple y 57 tallas en madera policromada, de ciprés, nogal cerezo y pino de Flandes. Destacan las pinturas realizadas por el conocido como Maestro de Bolea. Bolea, que presenta importantes novedades en el arte pictórico español de la época provenientes de influencias flamencas e italianas, como la expresión del sentimiento de los personajes, el dominio del espacio y de la perspectiva, la iluminación o el sombreado. Resulta especialmente excepcional el colorido, en amplia gama de rojos y verdes, totalmente original.
Además de otros muchos retablos que atesora el templo, es inevitable detener la vista en la panorámica de la Hoya que desde allí se tiene, dejando que la historia se acerque a nuestros ojos, restos del pasado romano y árabe de estas tierras sobre los que sucesivas generaciones levantaron otras construcciones.
Datos de interés
Dirección: Herrerías, s/n. 22160 Bolea
Teléfono: 649655125
Web:www.colegiatadebolea.com
Visita:
Precio: 2 €, Grupos más de 20 personas: 1,5 €, Niños: Gratis.
EVENTOS DE VERANO
Fiestas, romerías, certámenes culturales, actividades deportivas, rutas senderistas, certámenes medievales, concursos fotográficos... Consulta la intensa agenda de eventos de los pueblos del Reino de los Mallos y la Sotonera este verano 2016:
Agenda verano 2016 Reino de los Mallos
Enorme cortada en roca de singular belleza, moldeada por un barranco, y salvada gracias a un primitivo puente de piedra de un solo ojo que surgió como consecuencia de la acción erosiva del río Asabón. Se accede desde Villalangua, cruzando el río y tomando una pista señalizada. Un salto de agua de siete metros nos espera tras caminar durante 15 minutos. Veremos, en nuestro paseo, numerosos buitres. Junto a la foz repararemos en el portillo de la Osqueta, reconocible por su forma de W.
Majestuosos se alzan estos monolitos de piedra junto al casco urbano de Agüero, que hacen de la localidad su sello de identidad.
Estos mallos están formados por conglomerados, cuyo origen está en la acumulación de partículas sólidas procedentes de la destrucción de los relieves pirenaicos, depositada al pie de la montaña por el río Gállego, formando un gran cono de deyección. El aspecto actual de los Mallos se debe a la erosión. Su forma y altura los convierten en lugar idóneo para la práctica de la escalada y otros deportes, además de para la observación de colonias de rapaces, que anidan en este medio.
Entre las formaciones, el monolito de Peña Sola, creado por fractura de una gran masa, sobrepasa los 200 metros en su vertiente oeste. Para la escalada existen varias vías por Peña Sola. No son mallos muy elevados, sin embargo están poco masificados para este deporte.
Impresionantes y únicas son las panorámicas que muestran el conjunto formado por los mallos de Riglos y las casas del casco urbano, visibles desde varios puntos del territorio, algunas presentan estampas tan bellas como la vista al atardecer desde Murillo, o la más extensa desde el Mirador de los Buitres.
Paredes verticales que alcanzan los 300 metros de altura, asentadas junto al pueblo y al curso del río Gállego estos conglomerados calizos se formaron en el Terciario y fueron más tarde erosionados por el agua, la lluvia y el viento hasta formar las paredes actuales, de color rojizo debido a la existencia de hierro y arcillas que resulta espectacular a la caída del sol. Formaciones como el Puro, Mallo Pisón, Mallo Visera y Mallo Firé constituyen los mallos de Riglos.
Riglos y sus mallos son un paraíso para los escaladores, entre quienes son famosos y conocidos internacionalmente, y para las aves rupícolas, que tienen su hábitat en las múltiples oquedades que se producen en los mallos. Estas aves, en su mayoría rapaces protegidas, pueden verse sobrevolando el territorio.
Para completar la visita, se ha creado un centro de interpretación de aves carroñeras en Riglos, ARCAZ, que dedica un amplio espacio al buitre leonado.
Caudal escaso. No es necesario nadar en sus marmitas.
Dificultad del descenso: 11 rápeles y resaltes.
Equipamiento actual del barranco: 2 parabolts en cada instalación de rapel.
ACCESO: La Foz de Salinas, desde Villalangua, tomar camino por detrás de la iglesia y bajar al río. Está señalizado. El sendero llega hasta Agüero atravesando la Osqueta o “W” (entre Salinas de Jaca y Agüero)
ACCESO: Desde la localidad de La Peña, por la senda señalizada.
ACCESO: Desde la carretera A-132, entre las localidades de Santa María de la Peña y La Peña.
ACCESO: Los Mallos están detrás del pueblo.
ACCESO: Existen varias zonas en Riglos, además de los mallos, relacionados con la observación de aves:
Centro de interpretación de aves carroñeras ARCAZ, en el pueblo de Riglos. Cuenta con mirador acristalado para observar aves y videocámaras.
Mirador de los buitres: vista sobre los mallos y buitreras de Riglos. Se llega a él por senda que parte del Castilo de Marcuello, al cual se accede por pista desde Sarsamarcuello o bien por senda desde el pueblo de Linás de Marcuello.
Esta zona debe su nombre a los Mallos, grandes masas de piedra conglomerada en paredes verticales, aisladas, que alcanzan una altura de más de 300 metros.
Además de la riqueza geológica y paisajística que los mallos proporcionan a este territorio, otro aspecto relevante es la gran cantidad de aves rapaces que puedes ver en ellos. La zona es famosa por el rafting o descenso del Cañón del río Gállego, la escalada en Riglos y la observación de grullas en el embalse de La Sotonera. De renombre son también la Colegiata de Bolea, el Castillo de Loarre, las iglesias y museos de Ayerbe, Murillo de Gállego y Agüero, o la ermita de la Virgen de la Peña en Aniés, entre otras.