Una ruta circular por los alrededores de la ciudad de Huesca, de poco más de 12 km que asciende desde la ciudad de Huesca hasta el Saso de Montearagón.
Una ruta que podemos hacer completa con sus 12 km saliendo del término municipal de Huesca o parcial sin salir del termino municipal con poco más de 9 Km de ida y vuelta
¡Vamos que te contamos la ruta!
Este sendero balizado PRU145 Huesca – Montearagón – Quicena – Huesca tiene dos opciones de ruta:
📍 Opción 1_ El itinerario completo sería el siguiente: Huesca (Polígono Monzú, c/División 52) - Montearagón - Quicena – Huesca
📍 Opción 2_ La ruta alternativa sin salir del termino sería: Huesca (Polígono Monzú, c/División 52 – Barranco de la Alfántiga -
Saldremos de Huesca desde la salida de la N-240 al polígono industrial Monzú, podremos llegar en coche y comenzar el paseo por el sendero perfectamente señalizado, como podréis apreciar en la imagen.
Cartel informativo al linicio de la ruta
El camino es sencillo y se presta a disfrutar sin complicaciones, unos en Bicicleta, otros caminando a buen ritmo, pero todos disfrutando de estos senderos sin complicaciones en torno a la ciudad de Huesca
Señalización de las rutas y distancias
De vez en cuando no olvidéis parar y contemplar las vistas de la ciudad de Huesca a nuestras espaldas.
Tras atravesar el barranco de la Alfántiga continuamos por un camino agrícola que, poco a poco, nos irá acercando hasta la base de los escarpes al pie del Saso.
Camino agrícola antes de llegar a los escarpes al pie del Saso
En esta zona veremos señalizado el GR268 del camino de San úrbez, una de sus 6 etapas transcurre por esta zona. Huesca- San Martín de la Val d´Onsera- Sescún- Nocito- Laguarta- Albella- Buerba- Añisclo
Señalización Camino de San úrbez
Continuamos caminando y disfrutando del recorrido y en nada dejaremos el camino para ascender por un breve sendero que nos lleva a lo alto de la plataforma rocosa desde la cual divisaremos buena parte de la Hoya de Huesca. En nuestro ascenso encontraremos los restos de la antigua Calzada Romana.
Olivo en el camino repleto de frutos
Carrasca vigilando el monte
En este punto dejamos el camino y comenzamos el ascenso por la Calzada Romana, esta parte es un poquito mas empinada pero de acceso sin dificulades, las vistas desde lo alto, merecen la pena. En lo alto encontraremos el Embalse de Montearagón
Cartel indicativo que marca el desvio del camino
Vistas desde la senda, la ciudad de Huesca al fondo.
Parte de la calzada Romana
Restos de la Antigua Calzada Romana
Un poquito más y llegamos a lo alto y final del ascenso por esta calzada, la cual, mientras vamos caminando, pensamos en la de historias que habrán pasado por estos caminos y la de secretos que albergarán sus piedras.
Al llegar a lo alto la recompensa es clara, las vistas las Hoya de Huesca a un lado, el salto de Roldán al otro, el embalse de Montearagón y su castillo que veremos más adelante, son una maravilla
Vistas desde lo alto de la senda
Desde este punto tomaremos un senda a la derecha que va transcurriendo entre campos de cultivo y pista. Las vistas del Castillo de Montearagón al fondo y la Hoya de Huesca a la derecha hacen el paseo de lo más agradable, una forma tranquila de disfrutar de las vistas y del entonor de la ciudad de Huesca.
Vitas al Castillo de Montegarón desde la senda
Vistas al Salto de Roldán desde la senda
Llegamos a lo alto de la loma y hacemos una pequeña parada para descansar, reponer fuerzas y contemplar el paisaje. Desde aquí podréis decidir si continuáis con la ruta circular dirección al Castillo de Montearagón o por el contrario, desde este lugar podemos volver por donde hemos venido o por otra pequeña senda que parte desde este lugar.
Nubes cubriendo la ciudad de Huesca
Para los que decidan continuar con la ruta circular, bastará con continuar la pista y tras unos cuatro kilómetros, nos lleva hasta las inmediaciones del Castillo de Montearagón.
El descenso se realiza por sendero atravesando en varias ocasiones la carretera hasta alcanzar el llano donde un camino nos conduce hasta Quicena. Desde allí, ya en llano, continuaremos hasta llegar de nuevo a Huesca no sin antes detenernos para contemplar los restos del antiguo acueducto Romano.
Acueducto de Quicena
Como veréis, una ruta fácil, accesible para grandes y pequeños, con unas vistas estupendas y muy próximas a la ciudad de Huesca.
Esperamos la disfrutéis y paséis un día de lo más agradable descubriendo los rincos de la Hoya de Huesca 👋👋.