La puertas del Pirineo, un paisaje de leyenda fruto de la fusión de agua y roca.
Las puertas del infierno, el barranco de las almas, el paso de Rolando y su caballo Veilantif, las marcas del feudo de la Gigante de Guara… todo esto y mucho más es el Salto de Roldán, símbolo de Huesca.
Es uno de los lugares más espectaculares de la Hoya de Huesca, donde confluyen los Pirineos, plegados y cabalgados, con la cabecera de un antiguo río. La erosión de estos antiguos paisajes ahora forma tres impresionantes Mallos: la Peña San Miguel, la Peña Amán y el Fraile, separados por un tenaz río Flumen que sigue erosionándolos unos 600 metros más abajo.
Un detalle que hay que buscar: en la base de los Mallos, se ven unas capas plegadas, que son la expresión superficial de un gran cabalgamiento, una gigantesca falla que se adentra hasta la raíz misma de los Pirineos.
XXVI PREMIO FÉLIX DE AZARA
Autores:
Diego Vázquez-Prada Baillet
Jose Miguel Pérez Cara
Mapa de situación. En rojo, límite del LIG
Cantos de Conglomerado que forman el cuerpo del Salto de Roldán
Bloque diagrama con el corte geológico simplificado del Salto de Roldán
La Peña Amán con la Sierra Gabardiella al fondo y su interpretación geológica simplificada
El Fraile y la Peña Amán vistas desde el río Flumen
Contacto entre las calizas “pirenaicas” y los Conglomerados de la “cuenca del Ebro”.
























